Un rato después me hizo ¡clic! y sabía lo que tenia que hacer. Miré al cielo y dije: -Gracias papá.-
Fui a buscar a Umiko para explicarle unas cosas, que esta vez serían definitivas. "Siempre podía contar contigo papá. Y esta vez no era una excepción, gracias de nuevo..", pensé.