Aterrizaje forzoso

Por fin llegué hasta el campus, justo debajo de la terraza y allí estaban los 2, tirados, parecía que se habían descoyuntado todos los huesos del cuerpo.
Cogí un palo y empece a darles golpecitos..
ESTARÁN MUERTOS??!! mi optimismo era sorprendente!
Tenían heridas por todas partes, no sabía que debía hacer, si los movía probablemente se deintegrarian todos sus huesos..
Estaba indecisa, asique seguí dandoles con el palo.

Alguien me estaba golpeando con un palito, era tan molesto que le solté un taco.

-Para, coño.- Le dije mientras apartaba el palito con mi mano.

Mire hacia el otro lado y ví mi espada rota... ¡Oh no...! ¡Qué desgracia!

Oh pero que maleducado!
Aun encima que le estaba ayudando a que recuperara la consciencia...
Bueno, pues ahi te quedas! Le dije muy indignada y me di la vuelta.

Me levanté a duras penas, me sacudí el polvo, me saqué un par de hojas que tenia en el pelo... Y me di cuenta de que se habia dado la vuelta en plan ignorandome, no le hice caso, simplemente cojí mi espada y le pregunté:

-¿Conoces algún herrero que pueda forjar mi espada de nuevo?-

Parecía que había ignorado mi comentario asi como que no quería la cosa. Pero no le iba a hacer lo mismo, asi que respondí a su pregunta..
Pues la verdad no lo sé, pero puedes ir a la ciudad, malo será que por alli no haya alguno que pueda arreglar tu espada
Le espondí, y quedé satisfecha con mi respuesta

Miré hacia el chico, estaba hecho polvo, sin duda habia sufrido más que yo, luego miré a Caru y le dije:

-Cuida de él, está herido de varios rasguños por ramas y además le duele todo el cuerpo.- No era médico y eso estaba claro, por que cualquiera podria haberse dado cuenta de que tenia rasguños por el cuerpo y le dolia el cuerpo xD

-Voy a reparar mi espada, cojí y me fuí del instituto a la ciudad, en busca de un herrero.- Que yo creia que existian pero va a ser que no xD

Está bien..
Me senté al lado de Teku a esperar a que se despertara,era mejor no moverlo, podía hacerse mas daño todavía.

Volví al instituto y ví a Caru con el otro chico, almenos me habia hecho caso.

-Ya estoy aquí pueblerina, mira.- Y saqué mi espada para que observase que estaba en buen estado.

Me coloqué la espada en la espalda y le dije:

-¿Qué tal está? Dale esto, yo lo llamo Cola de Fenix.- En realidad era una pluma que me encontre por la calle pero, oye alomejor funcionaba.

Y dale con lo de pueblerina............
No me podía creer lo que me estaba enseñando, era su espada, toda rota, con un cacho de celo..

Ah si! está genial... seguro que no se te vuelve a romper nunca más... No que va...
Lo peor de todo es que el creería que estaba en perfecto estado.

Se inclinó hacia mi y me dio un cacho de pluma sucia, según el "Cola de Fenix".
Caru tu síguele el royo, otra cosa no puedes hacer.. pensé.

Ah que bien! lo curará enseguida, se la pondremos aqui, en el pelo y se la sujetaremos bien para que no se caiga, estoy segura de que cuando se levante estará como nuevo. Pónsela en el pelo?? seguro que le cura?.. pero bueno! ya estaba dudando si la loca era él o era yo...

Una cosa estaba clara, este tío me haría perder los papeles tarde o temprano.

¿En el pelo? ¿Es que nunca vió como realmente se echa una cola de fenix? Lo tipico es lanzarla al aire y esperar a que se desvanezca así dandole vida al ser muerto, pero pasé de explicarselo.

Me pareció extraño que esta pueblerina no me dijese siempre la misma cosa una y otra vez... este mundo era muy raro pensaba para mí mismo, pero preferí no decir nada y esperar a que el chico se recuperase.

Posé mi espada en el tronco del arbol y me senté al lado de la espada, esperando a que él estuviese por fin recuperado.

Recuperé la consciencia pero lo unico que me acordaba era que el tipo loco me cojio y salto de la terraza. Lo último que vi fue un árbol hasta ahí recuerdo todo pero después solo vi todo negro.
Agh.. Abrí los ojos y lo veia todo borroso, otra vez. Ya estoy harto de perder el conocimiento tantas veces.. Noté una pluma en mi cabeza, me la quité.

Después reconocí a Caru y al loco perdido. Me arrastre como pude y me apoye contra el árbol. Levanté un dedo apuntando al tipo loco: -Tú.. Tú.. ¿¡Estás bien de la cabeza¡? ¿¡Como cojones se te ocurre saltar de una terraza!? ¿¡Acaso eres suicida, masoquista o creías que eras superman!?- dije con dolores por todo el cuerpo.

Vaya, se habia recuperado más rapido de lo que esperaba.

-No te sulfures pueblerino, te he salvado la vida, deberias estarme agradecido.- En realidad lo jodí más de lo que estaba, pero bueno, yo salté y no me arrepentia de haberlo hecho.

De repente algo en mis venas me revitalizaba, mis huesos ya no me dolían, me sentía como nuevo. Me levanté con una cara de mala ostia diciendolé al tipo loco: -Salvarme la vida... ¿¡Salvarme la vida!? ¡Tu realmente necesitas un psicólogo!- acto seguido, coji su espada y le señale con ella diciendolé: -Esta espada.. Es tuya, ¿no?-

Coji la espada y la toque para comprobar que era de juguete, claro que lo era, sino tendríamos un ejemplar psicópata en este instituto. Me pusé en una posición a lo béisbol y con ímpetu le iva a dar en la cabeza al tipo loco pero pare en el último segundo.

-Solo para que lo sepas. Si haces algo parecido con otra persona o conmigo, que mejor no pasé, esta espadita se convierte en un bate que te romperá la mandíbula. ¿Entiendes?- me sentía mal, como si el lado oscuro me lavaba el cerebro pero tenía que decirselo aunque el tipo ese vivía en un mundo diferente al nuestro eso lo tenía que entender.

"¿Lado oscuro? Ya estoy hablando de Star Wars.. Tanta inconsciencia no es buena para la salud.", pensé.

Se habia alterado mucho intenté tranquilizarlo.

-La violencia no es la solución, eso de decia mi padre de Perrolandia.- Esperaba que me entendiese despues de eso y seguí sentado observando el cielo.

En realidad no tenia ganas de empezar un combate por turnos xDDD

-Tu padre tiene razón. Pero tu padre nunca te ha enseñado como rescatar a uno en apuros, ¿no? Ya que alguién que no sabe curar o no tenga conocimientos básicos de medicina no debe hacerlo. Y menos lanzandoté con uno a la nada..- un segundo, ¿qué dijo? ¿Perrolandia? ¿Su padre será un perro o algo así? En fin..

Tiré la espada al suelo y le dije: -No sé en qué siglo vives tu pero estamos en el siglo XXI.-

Me senté en la hierba y le observaba. "Ya ni creo que hace cosplay, solo pienso que está loco del carajo..", pensé.

Me molestó un poco que tirase mi espada al suelo, no era quién para hacerlo, un simple NPC no puede hacer esas cosas.

-Mi espada no estaba en el suelo.- Le dije a modo de indirecta como diciendo que me la recoja y la ponga donde estaba.

Al ver que no me hacia caso me levanté y la cojí yo, entonces se me ocurrió la brillante idea de preguntarle una cosa:

-¿Sabes donde puedo encontrar monstruos para entrenar?-

Ya no pienso que está loco, definitivamente lo es. ¿Monstruos? ¿Esto es un juego de rol? Me giré hacia él y le dije: -¡Pues mira a tu alrededor, esto esta lleno de monstruos! Mira, una hormiga gigante de nivel 55.. Un tigre negro de nivel 20.. Si eres un principiante vete a por las setas Goomy que solo tienen nivel 5 y apenas te atacan.- todo lo que me encontré se lo señalé. Esperaba que algo que le señalaba le iva a convencer como para "irse a entrenar", por que con este tipo no lo aguantaba un segundo más.

Se puso a señalar un montón de cosas normales, vamos cosas que existen en la tierra, no tenian niveles ni nada, además que mis batallas son por turnos...

-Me refiero a un sitio, un escenario, donde ando y salen monstruos.- Le aclaré.

Pero parecia que este pueblerino no iba a serme de ayuda.

-Bueno, no importa.- Le dije.

Agarré mi espada y me fuí a lo que yo creia que era la taberna, o sea la cafeteria.

¡Se fue! Por fin, espero no encontrarme con más tipos raros hoy..
Me levanté y también me fui del campus a otro sitio aunque no sabía a donde ir.

De tanto esperar me había quedado dormida... y al despertarme no había ni rastro de ninguno de los dos alrededor, me preguntaba si Teku había ido por fin al médico...
Desde luego vaya instituto, un loco con una espada medio rota por ahi, un chico agonizante por otro lado... DE LOCOS! pensé.
Allí ya no hacía nada, asique decidí irme a mi habitación.