Como todavía no conocía muy bien este barrio, estuve paseando un rato mientras buscaba una tienda de las mías. Mientras veía tiendas de ropa... cafeterías, restaurantes... e incluso un pequeño mercado. Y finalmente, encontré una zona con tiendas de música, videojuegos, electrónica, salas recreativas y demás cosas. No tenía ganas de comprarme ningún juego, así que pasé de ir a la tienda de videojuegos porque no quería hechar mucho tiempo. Me llamo la atención una en especial que se llamaba tenía un montón de peluches. Entré y estuve un buen rato ojeando los peluches. Eran tan bonitos... :>oo<: (XD) No pude evitar comprarme dos lechuzas de peluche (una parda y otra blanca) y un zorrito muy mono y suave.
Después salí de la tienda y seguí caminando, contenta, y entonces pude ver de lejos una tienda de mangas y merchandising, es decir, una tienda de las mías , y me dirigí hacia ella sin más dilación. Después de estar una hora allí metida viendo cosas, me dirigí hacia la caja para pagar todo lo que había decidido comprar, es decir, un póster de "Mi vecino Totoro", un póster de "Spice and Wolf", un peluche de un dango de los de "Clannad" color azul y el tomo número 8 de "Erementar Gerad", pero entonces me percaté de una zona que todavía no había visto... una zona con un montón de orejas de animales, de todo tipo y muy variadas. Me enamoré de unas que vi, de gato... una oreja era blanca, y otra negra, y venían con una cinta azul cielo en la oreja blanca y una cinta roja en la oreja negra... y cada una tenía un pequeño cascabel. Había un espejo cerca, y como no había nadie cerca, me las probé. Eran muy bonitas... y como tampoco eran muy caras estaba completamente decidida a comprármelas.
De repente... alguién se cayó encima mía, tirándome al suelo. Era una dependienta de la tienda. Se levantó de encima mía rápidamente y me pidió disculpas mil veces, mientras me ayudaba a recoger las cosas que iba a comprar del suelo. Después me preguntó si quería que me atendiese ya para pagar las cosas, y le dije que sí. Entonces fuimos hacia la caja, y me cobró todo... incluso las orejas de las cuales no me había dado cuenta de que aún las tenía, y de las cuales ella dió por supuesto que me las llevaba puestas.
Me regaló un llavero de Konata de Lucky Star, por las molestias. Pobre chica... no pude evitar sentirme algo culpable, al fin y al cabo, me había tirado sin querer, pero bueno, acepté el regalo de todos modos. Después nos despedimos y salí de la tienda. Y allí me fui yo... con las orejas de gato puestas sin darme cuenta y con el resto de mis cosas en una bolsa
Jue 02 Sep 2010, 12:54