Llegamos al templo con ansias insanas y nos fuimos a un sitio donde huviese poca gente y luego nos metimos por unos jardines solitarios que daban a la parte de atrás del templo.
- ¡Bola!- Grité colocándome en posición de disparador y esperando a que Aoi lanzase una lata. Una vez lo hizo, golpeé el objeto y la lata salio volando hasta estamparse en el tejado del templo.
- Buenaa- Dijo Aoi viniendo a cupar mi lugar.- Y cuéntame, ¿cómo dices que te ha ido estos días por aquí?
- Bueno, tirando- Me coloqué en posición para lanzar.- La gene de este sitio es un poco rara.
- ¡Bola!- Gritó Aoi antes de que lelanzase otra lata. La suya acabó empotrada contra una columna.- Bueno, para ti la gente siempre es rara. ¡Métete en el tarro que el rarito eres tú, Shi!- Rió viniendo ahora a tirar mientras yo cogía el bate de nuevo.
- Lo que tú digas, pero sí que he conocido a un par de personas- Comenté poniéndome en posición de disparar.
- ¿Un par de personas? A ver di- Aoi pateó un par de paquetes plásticos de caramelos eligiendo cual tirar.
- Un par de chicas en concreto. Los otros pss...Ya me he ganado a un enemigo mortal- Reí a la espera de su tiro.- Venga, ¡Bola!
- Wo wo, espera...¿Tias? Que bien te lo montas pequeño "Death". Dime, ¿algo interesante?- Parecía que Aoi aún iba a tardar un rato en tirar. Pss...Me resigné y bajé el bate.
- Sí y no. Venga, tira- Volví a colocarme para tirar.
- Ahh no vale, cuéntame que es eso de las dos...Es decir, te ganas un enemigo y en cambio conoces a dos tías. Tio, eres mi héroe-
- ¡¡Bola!!- Grité para que tirase de una vez. Esta vez sí me hizo caso y, cuando golpeé, la caja se empotró contra una ventana del templo haciendo estallar el cristal. Ambos nos encojimos de hombros como queriendo acallar el sonido y luego nos miramos sin decir nada.
- Mierda...- Dije riendo mientras Aoi se estaba mondando ya de risa.
- ¡Eh! ¡¿Qué demonios haceis criajos?!- No habían pillado y había que largarse. Cojí a Edo, Aoi cojió la bolsa y salimos pitando.
Nos llevó un buen rato y una larga carrera despistar al guardia, pero al final conseguimos distraerlo antes de irnos del lugar. Los dos estábamos recuperando el aliento y meándonos de risa.
*se van*