Aún furioso, fui hasta las máquinas para coger algo de beber ya que los gritos me había irritado la garganta. Joder, mierda...
Cuando metí la moneda di al botón del zumo de plátano y esperé a que saliese.
...
No salio. Se quedó atascado en la maldita máquina.
- ¡AAAAAAAAAAAAAAAH! ¡TE MATAREEEEEEEEE!- Descargué mi ira contra el aparato. ¡Aquello ya era el colmo! Pegué puñetazos, patadas y empujones a la asquerosa expendedora hasta que conseguí que el zumo callese. Lo agarré con rabia y lo abrí bebiendo un trago de golpe mientras miraba con odio la máquina.
- Estúpido aparato...¿Creías que me ibas a mangonear?- Di un último golpe a la máquina y me quedé allí tomando la bebida.