Había oído que por esta ciudad habia un templo Shinto. Como heredera de un templo shinto en Chichibu, el templo Mitsumine, decidí acercarme a ver como era este. Era... bonito. Me recordaba bastante al templo Mitsumine, aunque a mi parecer, el de mi hogar era más bonito.
No había mucha gente, era por la mañana y había algun turista, las mikos, y alguien más de visita, como yo. Me acerqué a la caja de donaciones y dejé una moneda de 100 yens. A ver si kami-sama me da un poco de valor... Junté mis manos y pedí eso mediante mi donación. Ahora que lo pienso... yo no suelo creer en estas cosas... Bueno, por una vez no creo que pase nada. Aparte, si he de ser una miko... más vale que me prepare.... pensé inocentemente. Esa mañana me había vuelto a tintar el pelo... necesitaba valor para no hacerlo, a pesar de que mis familiares dijeran que tener el pelo blanco era un mal augurio. Era, sin duda, irónico. Sobretodo porque una de mis antepasados que hizo grandes cosas por mi familia tenía el pelo blanco, como yo. O almenos eso había llegado a mis oídos.
Sin apenas darme cuenta, alguien me habló desde atrás, con lo que me giré.
(((Off: Hola que tal, esto es libre :_D )))