"Ay... que bien quedé =3", dije al salir del bater, y suspiré aliviada.
Me dispuse a lavarme las manos. Siempre que me lavaba las manos con jabón no podía evitar ponerme a hacer burbujas, y esta no sería una excepción.
Después de haber hecho el tonto un rato y haberme secado las menos, me fui de de allí.