Invitando a mi salvadora xD

-Aquí esta la cafetería.- le dije. -Toma asiento, voy a traernos algo.- Fui hacia la barra, pedí 2 chocolates calientes y 2 pasteles. Me senté junto a Umiko y esperé a mi pedido.

-Umiko, te doy las gracias otra vez, por todo. No sé cuantas veces te lo podria agradecer.- le dije rascandome la cabeza.

-Ah y Umiko, te ayudaré en todas las ocasiones si tu me lo permites, es que simplemente te lo debo sino no estoy en paz conmigo mismo. xD- sonreí. Yo era un profesor, ella una alumna, yo nunca daba confianzas a nadie con tanta rapidez pero claro, me salvo la vida.

El echo de que me lo agradeciera me hacía sentirme orgullosa de mí misma.
Pero que me lo agradeciese tanto y tantas veces me hacía sentir un tanto.. rara.

No estaba acostumbrada a estas cosas, la verdad. Pero el verlo tan tranquilo y confiado me hizo sentirme más cómoda.

-No hace falta que me lo agradezcas tanto... en serio - me ruboricé un poco. No sabía a dónde mirar - Cualquiera hubiera hecho lo mismo, y.. seguramente algo mejor. No es que supiera mucho de primeros auxilios..

Ya vino el pedido, sorbé un poco del chocolate caliente y comí un cacho de tarta. Después le comenté a Umiko:
-Has hecho un trabajo espléndido. No siempre digas que alguien podria haberlo hecho mejor que tu, ¡la cuestión es que tu has dado lo mejor de ti! Y eso es lo que cuenta.-

-Nunca te compares con "alguien", eres única. Nunca lo olvides.- le dije. Pensé que ella no estaba muy confiada de si misma y de sus capacidades, tenía que hacerle ver lo que es capaz de hacer.

Aquellas palabras movieron algo en mi interior.
Es cierto, nunca he valorado mucho mis capacidades.

Y... nunca nadie me había dicho algo así.

Apreté la taza entre mis manos inconscientemente hasta que las noté demasiado calientes

-¡Auch! - quité las manos rápidamente. Estaban un poco coloradas, pero no me había quemado.

-eh,eh.. jejeje, que torpe ^^U - le dí un mordisco al pastel para olvidar lo sucedido.

-Mmmm, esto está muy.. rico jej. - me dejé de tonterías y le miré a los ojos. - Oye Tsuke... ehm, yo...ehm, yo... queria, quería decirte que.. - balbuceé

Le miré a los ojos fijamente y le pregunté lo que sucedía:
-Dime Umiko. ¿Qué sucede?-

Sorbé otra vez del chocolate caliente y me comí la tarta, la verdad es que tenia bastante hambre. Esperaba a la respuesta de Umiko.

-No... nada, jeje.Bueno que... no tendrías por que haberme invitado. Quiero decir que... tendrás asuntos importantes o cosas que hacer, ¿no? Los profesores siempre tienen cosas que hacer. - bebí un poco.- aunque me resulta bastante dificil pensar en tí como profesor. No.. te pareces a ninguno que haya tenido nunca.... -golpeé la taza con los dedos índices.

Pensé que ella no era capaz de decirme lo que queria decirme en realidad, no solo lo pensé, se notaba y lo sabía.
Le coji de una mano y le dije: -Umiko, de verdad, puedes contarmelo. No tengas miedo.-

Era inevitable no ver sus ojos al decirselo, me sentía raro..

Me cogió la mano. La tenia caliente de haber estado agarrando la taza del chocolate.

Me miraba fijamente y eso me intimidaba.
Me estaba poniendo cada vez más nerviosa y seguro que pronto empezarían a temblarme las manos.

-No, si no es nada, de verdad - dije mirando a mi mano. no podía aguantar más su mirada. - es solo que... bueno, es un poco tarde, creo que.. creo que debería irme a mi habitación.
No solté su mano

No debí hacer esto pero ya habia perdido muchas oportunidades, la vida me dio la espalda muchas veces, esta vez tenia que arriesgarme. Acaricie su cara con una mano, giré su cabeza para que me mirase y la besé..

No sabia lo que estaba haciendo, ella era una alumna y yo un profesor, pero me daba igual. Sentí algo por ella y no podia evitarlo, ni lo quise evitar..

Mi corazón dió un vuelco para luego dejar de latir.
Me quedé bloqueada al cien por cien.

No podía pensar. No podía moverme.

Sus labios sabían a chocolate y azucar y eran tan blandos...

Decidí sin mucha cordura permanecer así, hasta que mis neuronas hicieron "clic" y se pusieron a trabajar de nuevo.

Cohibida, me eché hacia atrás con tanta brusquedad que la silla y yo caímos.
Me levanté rápidamente y comencé a arreglarme los mechones que me cubrían la cara por que no se me ocurrió que otra cosa hacer.

Cogí mis cosas y me dispuse a caminar hacia la salida.
Pero me temblaban las piernas como si fuese un flan, lo que me hacía ir muy lento.

-Que he hecho..- pensé. Ella se dirigía hacia la salida pero antes de que se iva por la salida le dije:-Te quiero...-
Hace tiempo que no amaba a alguien pero estaba seguro de que con ella no me equivocaba. Hace tiempo que no sentía algo así.. Ella rellenaria el hueco que siempre tenía..

Aunque le dije que la amaba no queria que se vaya así sin más, me levanté y la coji de una mano, no la quise soltar..

-¿Que qué? -las piernas me flojeaban - No digas eso... tú no me conoces...
Quería abrazarle. Quería llorar. Quería besarle o pegarle. Quería ir a mi cuarto... o ir a casa con mi madre. Quería quedarme.

no sabía lo que quería, pero sí sabía lo que tenía que hacer.

-Por favor, sueltame. - le supliqué con voz baja. - Quiero irme a mi habitación.

No podia forzar a que se quedase aunque me dolía soltarla..
-Vale.. Adiós..- me costaba despedirme pero igual tenia que pensarselo y yo también.

-No necesito conocerte a fondo para amarte, con sentirlo me basta.. Y para mi tu eres alguien significativo, ya me lo hiciste ver en el primer momento que te ví.. Te dejaré tiempo para pensartelo..- le dije eso y me fui con la mano alzada en mi rostro a mi habitación..