Pusé mi toalla en un banco, me quité la ropa, me senté y observé la piscina.. Me hacia recordar demasiado e igual aqui ayer me paso un accidente...
-¡NO! No desistiré. Le haré claro que la quiero..- dije lleno de euforia. Me levanté y me dirigí a la tabla, di unos saltitos e intenté hacer un mortal aunque no me salio del todo.
-Buf, ya se nota que no hacer deporte constantemente afecta mucho a la habilidad.- divisé y nadé a crol de un borde al otro borde de una piscina para reprimir mis pensamientos pero era inútil. No podia olvidarlo. Salí de la piscina, me sequé y me senté en el banco.
-Tampoco puedo comerme el coco por ese suceso.- admití. -Debo animarme un poco, no puedo estar todo el rato así, que deprimo a la gente.- cojí mis cosas y me dirigí otra vez a mi habitación para cambiarme de ropa. Ya llevaba unos cuantos días con la misma ropa.