Habitación de Setsuna Asakura

*Entré en mi habitación*

Al fin había llegado al edificia residencial, y lo más importante, había encontrado mi cuarto.

- Buff... que maleta más pesada... - Suspiré mientras la dejaba tumbada en el suelo.

Empecé a dar vueltas sobre mí misma observando mi nuevo cuarto.

- Vaya... Es bastante acogedor... Además... ¡Es la primera vez que vivo "sola"! - Exclamé soltando un gritido bastante agudo mientras daba un gran salto.

Rápidamente me recompuse y, muy seria, abandoné la habitación cerrando la puerta con llave. Me apetecía dar una vuelta por el parque.

*Me marché y me dirijí al parque*

*Entré en mi habitación*

Estaba muy casanda, pero a la vez aún seguía un poco nerviosa y colorada. Keiji-senpai parecía simpático, podría ser que la próxima vez yo ya no tartamudease tanto... .

Destapé la cama, me quité la ropa quedándome en ropa interior y me metí en cama; con el sueño, me dormí a los 5 minutos.

*Me dormí*

*Me desperté*

Notaba como mis ojos forcejeaban contra la luz.

- Mmm... ¿cuánto tiempo he estado durmiendo? - Pregunté a mi misma mientras miraba el reloj de muñeca.

- Vaya... Mucho... - Dije respondiendo a mi propia pregunta.

Cogí el uniforme escolar y me lo puse, me hacía ilusión probármelo, aunque supiese que estábamos en vacaciones.

Recordaba bastante bien donde era su cuarto, al fin y al cabo nunca me había costado orientarme. Esperé unos segundos frente a la puerta sin saber si llamar o no hasta que al final di con mis nudillos en la madera.

- ¿A-Asakura-chan? ¿Estás despierta? Esto...Creo que tienes mi chaqueta...- dije con un tono de voz algo más alto para que escuchase desde dentro. No por ello menos cortado.

Seguí un poco dormida, e iba a echarme una siestecilla, pero de repente escuché una voz al otro lado de la puerta... Decía algo de una chaqueta... ¿Quién sería? Su voz me era irreconocible. Y... ¿y si era un acosador?

Me mantuve en silencio, no quería que descubriese que había alguien dentro. Me acerqué sigilosamente a la puerta y agarré el pomo. Pretendía darle un puñetazo a la persona al otro lado de la puerta justo después de abrir rápidamente ésta.

Giré el pomo lentamente y, a gran velocidad giré el pomo y preparé el puño de mi otra mano para pegar al acosador, desgraciadamente, no me había dado cuenta de que la puerta se habría hacia el interior de la habitación y no hacia el exterior, por lo que mi puño fue a parar a la puerta; menos mal que era débil, no quería tener un agujero en la puerta para que los hombres sme espiasen mientras me cambiaban, y a saber que harían mientras dormía. Bueno, el caso es que me hice mucho daño.

- ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhh! - Grité mientras mis ojos se llenaban de lágrimas.

Rápidamente intenté volver a hacer lo mismo que antes pero cambiando el sentido de apertura de la puerta. Preparé mi puño y rápidamente abrí la puerta, sin poder descubrir quién era el acosador, me di en toda la cara con el borde de la puerta ya que se habría hacia el interior, es decir, hacia mi posición.

Ese golpe fue más doloroso. Me caí al suelo dejando la puerta abierta, y me desmayé, pero no duraría mucho. Ahora el acosador podría hacerme lo que quisiese.

*Se desmaya*

Fuera de Rol: Tranqui, el demayo no durará ni 1 minuto.

al principio no huvo respuesta, quizás estaba aún durmiendo o ya se había ido. En fin...Estaba ya alejándome cuando escuché un fuerte ruído en la puerta y un grito. Mis ojos se abrieron de la sorpresa y corrí de nuevo hacia la puerta.

- ¿Asakura?- Pregunté algo alterado. ¿qué podía haber pasado? ¿Y si se había caído? o...quizá estaba con alguien...Oooi...U Miré con cara extrañada a la puerta unos segundos más y, ya sudando, alargué la mano para girar el pomo. antes de que pudiese llegar la puerta se abrió de sopetón, dándome otro susto que me hizo retroceder unos pasos.

- ¡¿¿Pero qué...??!- Acerté a decir antes de mirar a la chica meterse un porrazo contra la puerta y caerse. No se movía.

- ¿A-Asakura...?- No sabía qué hacer. No podía irme y dejarla ahí tirada por si se había hecho verdadero daño, por otra parte no quería aventurarme a agarrarla por si se despertaba y volvía a gritarme que era un acosador. Extendí el pie con algo de miedo y di unos toquecito en sus piernas. - Asakuraaa...- Llamé entre dientes a ver si despertaba, mirando hacia los lados por si alguien venía.

Notaba que algo me estaba golpeando... quizás intentaban levantarme, ¡pues ni loca! No pensaba moverme, fingiría que estaba durmiendo profundamente para que me dejasen en paz. A quien se le ocurra despertar a alguien de su siesta...

*Espera 20 segundos*

De repente, vienen a mi cabeza imágenes dolorosas, yo dándome dos golpes casi seguidos con la puerta de mi habitación.

- ¡Aaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhh! - Grité, esta vez más fuerte que la anterior.

- ¡Que daño...! - Exclamé tocándome la cara con una mano mientras intentaba levantarme apoyándome en el suelo con la otra.

Sentía mucho dolor y estaba a punto de llorar, cuando de repente alcé mi mirado y ví a... a... Keiji... ¡qué vergüenza!

- Ay... que... que... daño... - lamenté levantándome por completo.

- Pensé que... que... eras un... acosador... - Dije con tono bajo -. Lo siento... - Me incliné para disculparme del simpático chico.

Me quedé unos segundos esperando a ver si se levantaba cuando de repente volvió a gritar más fuerte aún y me tapé los oídos mirando a ambos lados. que jaleo estaba montando...

- ¡¡¡AAAh ¿¿QUÉ DEMONIOS PASAA??!!! >_<- Grité, dejándome llevar por su nerviosismo y transmitiéndolo en mis palabras. en cuanto paró abrí los ojos -los había mantenido apretados- y quité las manos de mis orejas. Parecía dolorida y la ayudé a lenvatarse.

- Vaya, mujer...¿Estás bien?- Pregunté mientras la agarraba al erguirse. comentó de nuevo lo del acosador. Aaah ¿por qué? ¿qué había hecho yo para que me tomase por un pervertido así? TwT

- No pasa nada ...U- Dije con resignación.- Creo que deberías desemparanoiarte un poco o acabarás destrozada...

Me dijo que debía desemparanosé qué...

- Tienes... razón... Probablemente venga de... familia... - Dije volviendo a inclinarme para disculparme.

- ... Váyamonos... - Susurré saliendo de la habitación -. Qui... quiero entrar en... el club... el club de cocina - Dije con un tono de voz bajo.

Me rasqué la nuca al escuchar que le venía de familia...¿Cómo serían en su casa? madre...

- Bueno, si quieres te acompaño y luego vamos a comer- Comenté mientras salíamos del lugar.

*se van*

PD: Puse *se van* porque supuse que al decir en tu anterior post que saliesen ya, no ibas a poner más cosas o.o

Me desperté de una larga siesta y me levanté lentamente de la cama, después de dar varias vueltas y comprobar que no podía seguir durmiendo.

Me pusé una camisa rosa y una minifalda violeta, me coloqué en frente del espejo y me peiné un poco. Una vez estaba arreglada aparentemente, decidí salir y dar una vuelta, aunque aún no sabía dónde.

*Me fui*

Llegué a mi habitación con los ojos humedecidos, sin saber muy bien si lo que había hecho había estado bien o mal.

Me sentía bastante avergnzada por lo que le había dicho a Keiji-senpai, quizás me había pasado... Él siempre se había portado muy bien conmigo.

De repente miré su chaqueta colgada en mi percha y pensé que no había una mejor escusa para disculparme de él.

Cogí la chaqueta y me quedé con ella entre mis brazos, pensando de que forma podría presentarme en su habitación a estas horas.

Después de cavilar varios minutos, decidí ir a su habitación.

*Me fui*

Llegamos y entré rápidamente en mi habitación sin despedirme de ella. Estaba realmente cansada.

Al entrar me quité la ropa quedándome en ropa interior y me tumbé en cama, rápidamente me quedé dormida.

*Me quedé dormida*

Me pare en frente de la puerta en la que habia entrado Asakura-kaichou la otra noche.- Por favor, que sea esta su habitacion y no me este confundiendo...- Si era esa tenia bastante suerte, mi habitacion era justo la que estaba a su derecha,s eriamos vecinas jijii.

Lentamente levante el brazo derecho y... pete suavemente la puerta. - Asakura-chan, digo san??- Mierda, ya habia metido la pata, en fin, espere a que respondiera, a ver si tenia suerte y estaba en su habitacion.... mire el reloj, aunque a estas horas... bueno, me apoye en la pared al lado de la puerta y segui esperando.

Escuché a alguien llamando a mi puerta, su voz me sonaba, creía que era la de... la chica de las termas, cuyo nombre no me acordaba... ¿Sería Misaki?

Me dirigí al pomo de la puerta y con ligereza lo giré para abrir la puerta hacia dentro, cosa que nunca olvidaría. Entreabrí la puerta y logré diferenciar a la que, como pensaba, llamaba a mi puerta.

- Ho... Hola... - Saludé sonrientemente mientras abría la puerta completamente.

- ¿Deseas algo? - Ofrecí a la que, sorprendentemente, era la vicepresidenta del Consejo Estudiantil.

Abrio la puerta Asakura, uff si que era si habitacion.

-Hola- La salude, me habia preguntado si queria algo, por algo estaba en su habitacion.-Bueno, tenemos un partido pendiente recuerdas?- Sonrei abiertamente.- Quieres que vayamos ahora? Si no tienes nada que hacer claro- Le dije rapidamente, no queria que saliera de sus trabajos por una pachanga.

No me acordaba, teníamos que jugar al volley. No tenía nada que hacer, así que asentí, salí de mi habitación, cerré la puerta y guardé la llave en el bolsillo de mi minifalda. El día de clase de hoy había sido relajadito, así que no tenía ningún inconveniente.

- Vale... Vamos... - Respondí jovial (a mi manera).

Y tras unirme a ella fuimos caminando hacia el gimnasio.

*Se van*

Entré en mi habitación. Llegué un poco cansada del entrenamiento, estaba bastante roja.

Me dirigí al baño y me quité la ropa lentamente para evitar roce excesivo e irritar la piel. Abrí el grifo de agua caliente, luego regularicé la temperatura con el de agua fría y me dí un buen refrescón.

Al acabar, salí de la ducha, me vestí con el uniforme escolar y salí en dirección al parque.

*Me fui*

Hacía tiempo que no me encontraba con nadie ni sabía de nadie así que se me ocrrió dar una visita a Asakura ya que había sido la primera persona que había conocido por aquí y con la que había logrado una mínima confianza. En cuanto llegué a los pasillo se me ocurrió preguntarme si aquello no quedaría un poco raro...U Bah, me aburría y no era pecado visitar a una amiga...¿no?

Llegué frente a la puerta y, tras pensármelo unos segundos, llamé.

- ¿Asakura? Soy Keiji...Eeh...Como con las clases no hemos coincidido y tal..Humm ¿Cómo te va?- No tenía mucha idea de qué decirle...Igual nisiquiera estaba allí...En fin, me iría si no tenía respuesta.

Escuché una voz que me llamaba al otro lado de la puerta... Era Keiji... ¡Dios! Hacía muchísimo tiempo que no lo veía...

Estaba leyendo un libro de Becker, y sin cerrarlo ni dejarlo encima de la mesilla me dirigí hacia la puerta con una cálida sonrisa y la abrí con elegancia.

- Keiji-senpai, ¡cuánto tiempo! - Saludé aún más abierta hacia el individuo.

- ¿Á qué se debe esta agradable visita? - Inquirí ofreciéndole a pasar, aunque su cometido fuese darle una vuelta.

Me sorprendí por la efusividad de Asakura y al final reí.

- Vaya, que bien que te alegres tanto jeje Nah, solo tenía algo de tiempo libre y como hacía tiempo que no nos veíamos...- Me encojí de hombros y pasé a su habitación aceptando la invitación. Al entrar me di la vuelta y comprobé que tenía un libro.

- Ah, ¿estabas leyendo? ¿Te he molestado?- Pregunté con curiosidad.

Entró en la habitación justificándose con que quería visitarme ya que tenía tiempo libre. Pensóq ue había interrumpido mi lectura, y así fue, pero mentí para no incomodarle.

- No... ¡No importa! Me he leído este libro como 64 veces... Además... Me pillaste justo a final de estrofa - Argumenté para no hacerle sentirse cohibido.

Cerré el libro y lo dejé sobre la mesilla, con la intención de ir a dar una vuelta. Aún no había gastado nada de mi dinero y me apetecía comprar algo... aunque a estas horas lo único que podría comprar sería droga.

- Bueno... Si te apetece podríamos ir a dar una vuelta y comentar que tal el curso... - Añadí intentado distraer nuestras atenciones en acciones habituales, con la variante de tener a una compañía al lado, haciendo memorables los momentos.

Asentí creyéndome eso de que no había molestado y miré alrededor de su habitación buscando algo que decir. al final propuso dar una vuelta.

- Humm No creo que haya demasiadas cosas abiertas, pero vale. Siempre mola una vuelta nocturna- Comenté animado a su propuesta.- ¿Y a dónde vamos?

¿Dónde podríamos ir? Esa fue mi pregunta tras la respuesta asertiva de Keiji.

- Quizás... podríamos ir... no sé... ¿el parque? ¿El templo? ¿La azotea? - Pregunté ofreciendo más respuestas de las que proporcionaba a través de mi voz.

- Hoy te toca elegir a ti, a mí ya me tocó la última vez, ¿recuerdas? - No estaba muy segura de ello, pero cómo ya había pasado mucho tiempo no creía que el se acordase.

Estaba descalza, así que me calcé y me preparé para irme, teniendo como único obstáculo la espera a la respuesta.