Hacía una tarde genial, el sol calentaba en su justa medida, asique decidí dar una vuelta por el campus
en busca de algun sitio donde descansar.
Encontré un gran árbol, era muy alto, y su tronco parecía bastante confortable para apoyar mi espalda en él.Era tan cómodo que plof! no tardé en quedarme allí dormida.
El día había sido agotador.