Empezando alguna práctica

Llegué al dojo para las prácticas de artes marciales y me quedé algo sobrecojido por su amplitud y el aura de respeto y serenidad que daba.

- Este sitio impone...- Susurré, ya que no me atrevía a levantar la voz en aquel sitio. Era realmente genial. Di un par de pasos por el lugar, habiendo dejado fuera los zapatos, y observé algunas de las armas para prácticas, murales con diferentes filosofías e incluso algunas fotos o ilustraciones. Todo aquello parecía sacado de alguna trama de comic o videojuego chulísimos.

Pero después de pasarme un rato por allí no vi rastro de profesor...En fin...Quería centrarme en algún arte marcial de cuerpo a cuerpo, más que nada para hacer más fáciles las peleas callejeras en las que me veía en vuelto en muchas ocasiones.

- Kendo, Taekwondo, Kung fu, karate...Humm...- Repasé la lista de especialidades del maestro y al final me decidí por el kung fu. Era la que más entretenida y útil me parecía, además de que conseguía fliparme un poquito...jeje //U

Miré algunos de los murales un rato y, al mirar a los lados cerciorándome de que no había nadie, intenté probar algunas de las posturas que salían en los dibujos.

- La grullaaa...jajaja- Comenté levantando las manos y una de las piernas mientras estaba tambaleándome.- Bueno, igual esto e imitar animales sea demasiado cómico...- Pero igualmente seguí probando y riéndondo por lo bajo. Hasta que llegó.

- El dragón...- El dragón, la más pura representación de foraleza, y allí estaba, la posibilidaad de manejar su arte, de captar su esencia, de ser un dragón enespíritu. Me concentré en imitar la postura a pesar de las fallas que tenía.

Abrí las piernas girando la cadera hacia la derecha casi por completo y llevé la mano izquierda arriba y la derecha hacia adelante.

- Ugh...Esto es chungo ò.oU- Comenté para mí mientras no conseguía hacer bien el ejercicio.

El profesor staba en su despacho cuando escuchó pasos por el dojo. Se mantuvo en su posición sin hacer ningún ruído mientras discernía de quién podía tratarse. Después de cavilar durante unos segundos dio por hecho que sería algún alumno curioso o alguno que vendría por su primera práctica u orientación.

Decidió levantarse y acercarse al dojo sigilosamente. Se quedó en silencio tras la puerta que unía despacho y dojo la cual, solo estaba unos 5 cm abierta para permitirle la visibilidad por un ojo.

Un chico de unos diecisiete curioseaba el lugar. Observó la triste ficha de inscripciones al club. "Keiji Takashi, debe ser él" Pensó mientras continuaba observándolo.

Después de parecer decidirse por qué demonios venía a hacer a ese lugar, se paró frente a las ilustraciones sobre kung fu, tratando horriblemente de imitar las técnicas ancestrales. Al menos el chico tenía algo de interés...

No vio nada demasiado destacable, aunque quizás otros chicos preguntarían por el profesor en lugar de probar por sí mismos. Eso mostraba seguridad e iniciativa, algo esencial para las artes marciales. Pocos alumnos, quizá no por ello un trabajo perdido. No si la actitud era la correcta. Le agradó ver su tentativa del dragón. A pesar de ser un necio por pensar en una de las técnicas más complejas sin conocer nada del arte, su determinación era aceptable. Esto era más general en chicos de su edad, habría que poner a prueba cuanto aguantaba esta determinación.

Al final decidió abrir la puerta por completo y entrar con paso tranquilo y silencioso. Llevaba puesto el uniforme de kung fu blanco ya que pretendía entrenar un poco después, con lo que le vino muy bien en este caso.

- "El que conoce a los otros es hábil, el que se conoce a sí mismo, sabio. El que conquista a los otros es fuerte, el que se conquista a sí mismo, poderoso"-. Comentó en primer lugar mientras mantenía sus manos unidas y cubiertas por las mangas del traje.- Esta cita forma parte de la filosofía del kung fu, siendo de gran importancia para su aprendizaje-

Se quedó a unos cinco metros del muchacho y comenzó a moverme con fluidez y parsimonia, con gestos firmes pero consecutivos y cada uno con razón de ser. Así acabó tomando la primera de las posturas del arte.

- "El valor del tigre"- Pronunció con la seguridad de un rugido mientras tomaba la posición sin ninguna vacilación.

Spoiler:

- El estilo del tigre Negro cuenta con intenso trabajo de pies, bases y posturas dinámicas defensivas-ofensivas similares al Estilo del Águila.Cuenta además con patadas acrobáticas en salto, giro y múltiples, dirigidas a todas las alturas. Es un Estilo poderoso como el animal que representa, que fortalece los músculos de la espalda y brazos principalmente, también hace hincapié en el equilibrio y firmeza en las posiciones que en su mayoría son bajas, el practicante se debe imaginar que los pies están pegados al suelo, como si tuviera raíces.- Explicó el profesor mientras daba lugar a diferentes posturas igual de firmes.

Una vez acabó la explicación tomó una posición normal para comenzar de nuevo.

- "Las trampas del mono"- Tomó la postura adecuada sin ninguna pérdida de equilibrio a pesar de la lentitud con la que la tomaba. En cuanto finalizó la postura se quedó totalmente inmóvil.

Spoiler:

- El estilo del mono se basa en movimientos rápidos, acrobáticos y realmente complejos en diferentes ocasiones. Movimientos ágiles y sacudidas bruscas que hacen del arte casi un espectáculo para los observadores.- Iba cambiando tranquila y con mucha precisión a algunas de las diversas posturas que cumplimentaban el estilo.- El estilo del mono es considerado la mejor defensa de las artes shaoling y kung fu. La mejor arma contra la serpiente y quizás el más desafortunazo frente al águila.-

Volvió a tomar una postura de civil y finalmente tomó la última con la mayor concentración y empeño.

Spoiler:

- El dragón. Tu intento ha sido tan vacuo y falto de sentido que nisiquiera podrías decir que lo has intentado. Este podría catalogarse como una de las miles de metas de este arte, pues tiene cientos de caminos y formas que seguir, de los cuales yo conozco poco más de la mitad- Cedió en su muestra y se acercó al muchacho. Lo agarró la cara con una mano y lo acercó a pocos centímetros de sí para asegurar su atención.

- Pero son las dos primeras en las que quiero que te centres si pretendes venir al dojo con intención de saber sobre artes marciales. Después del tigre y el mono aún faltan la serpiente, el águila, el caballo y la grulla- Hizo una pausa.- Si consigues, que es algo que dudo, dominar solo parte de ellas, quizá me plantee mostrarte las intrincadas filosofías del dragón, pero para ello aún te falta el camino entero por recorrer.- Lo soltó y le dio la espalda.

- No he sido completo maestro anteriormente y mi fe en los novicios es practicamente nula. Trataré de enseñarte algo sobre el mono, pero lo haré desde el desánimo. Tú serás quien me aporte la motivación con su esfuerzo si quieres continuar aprendiendo- Una vez finalizado, calló y se quedó totalmente quieto de espaldas al chico.

FdR: Comiendo jejeje ^^U

El sensei me dio un susto tremendo al entrar tan sigilosamentey casi me mato al intentar recuperar el equilibrio de la extraña postura. Lo observé con gran atención, su solemnidad y presencia era bastante abrumadoras. El tipo imponía un respeto tremendo.

Miré aún más alucinado y casi hechizado mientras realizaba con tanta tranquilidad y facilidad las diferentes posturas, era una máquina e incluso hacía la respresentación de la lucha como un baile...Era alucinante.

Me fue explicando mientras hacía las posturas aunque yo dudaba de si entendía completamente lo que quería decirme y más aun de conseguir hacer algo como eso de forma tan simple...

El valor del tigre...el estilo me gustó bastante, era agresivo y probocador. Molaba la imponencia que mostraba y los movimientos eran relativamente fáciles.

Las trampas del mono me resultaron bastante curiosas e incluso alguna consiguió arrancarme una sonrisa de fascinación. Los monos eran animales rápidos y listos y además, les encantaba jugar haciendo malabares raros, y eso se veía perfectamente plasmado en la práctica, pero de una forma muy armónica y nada estúpida. Los movimientos era algo chunguísimo, eso sí ...U

Se me hizo curioso como el tio empezó a explicarme las cosas así por las buenas sin preguntar nada antes...O estaba muy subido de ego o yo tenía cara depanoli que quiere saber algo.

Fue entonces la flipada máxima. Representó la pose del dragón de forma totalmente mágica. Casi parecía moverse de la forma fluída y consistente del mítico animal. A pesar de que me avergonzaron un poco sus palabras iniciales solo fruncí algo el ceño y continué mirando.

Fue diferente cuando paró de enseñarme posturas y se acercó para hablarme. ¡Tio! ¿¿Qué era esto?? ¡Lo tenía dos centímetros de mi careto! ¡¡Un tipo de cuarenta tacos me estaba agarrando a menos de 5cm de su cara!! ¡AAAGHH! Me quedé inmóvil y flipando mientras el tipo decía nosequé de enseñarme y de que había muchos más estilos que quizá no me enseñase porque era un panoli, ¿no? Algo asi...joder...¡Yo solo pensaba en que me soltase de una maldita vez! Que mal rollo ...X_X

Me cabreé bastante por su burla en cuanto se alejó. ¡Nadie me iba a mangonear y toquetear así! ¿Qué si quería me enseñaba? ¿Que yo tenía que motivarle? ¿Qué mierda de sensei era ese?

- ¿Pero qué mierda...?- Protesté.Se iba a enterar...Ni que yo no supiese nada después de todos estos años...Ahora que estaba de espaldas era mi oportunidad.

Corría hacia él para darle un puñetazo en las lumbares, que esos jodían un rato. Yo era bastante más joven y seguramente ágil que él, y no me veía, estaba claro que no iba a poder hacer nada.
Cuando estuve a pocos centímetros descargué mi puño con toda la fuerza que contaba.

- ¡Ya veras, carca!-

Escuchó las quejas del chico sin inmutarse y acto seguido los pasos rápidos tras la amenaza. Su obstinación y falta de respeto denotaban a un joven callejero y quizá problemático. Su golpe recurrrente era el puñetazo directo ya que era el que más fuerza y seguridad le otogaba.

Una vez aproximó los pasos que le harían falta, movió los pies para girar su cuerpo con un limpio y rápido giro de cadera hacia la izquierda al tiempo que dirigía su brazo derecho a agarrar el puño atacante mientras su mano izquierda agarraba amplia y secamente la cabeza del muchacho haciéndolo frenar en seco.

- Eres impulsivo e irrespetuoso, pero al menos estás seguro de ti mismo- Lo soltó con desdén haciendolo retroceder unos pasos para recuperar el equilibrio.

- Antes de volver procura tener alguna idea de lo que quiere decir un arte marcial, sino no te molestes- Comentó antes de darse la vuelta. El chico podría ser algo en este mundillo si conseguía controlar su furia y se pulían sus modales. Ahora había que comprobar su reacción ante las palabras del maestro.

Volvió a meterse en su despacho sin mediar una palabra más y sin disponerse a escuchar reproches.

*Se retira*

- ¡AGH!- Pronuncié en cuanto me agarró la muñeca y frenó mi inercia con una mano haciendo que me metiese un mamporrazo en las narices. Maldito vejestorio...Me llenó de rabia aquel gesto tanto por no darle como porque él ni se había inmutado ¡y además me daba la chapa! ¡Joder!

En cuanto me soltó tomé posición defensiva cuando recuperé el equilibrio. Lo miraba con odio y rabia por culpa del ridículo que me había causado. Menos mal que estábamos solos...

Cuando lo escuché y vi que se iba apreté los puños y pateé el suelo.

- ¡¡Estúpido sensei de pacotilla!! ¡Volveré si me da la gana! ¡aunque para venir a un dojo tan birrioso con un profesor de mierda claro que no volveré!- Aún me dio más rabia cuando me ignoró por completo y creo que incluso me puse rojo de ira.

- ¡¡Maldita sea!!- Grité dando un puñetazo a la pared, la cual, se rompió un poco al estarhecha de pasta y madera frágil. Me fui de allí refunfuñando y cagándome en todo. En las estúpidas artes marciales, en el estúpido kung fu, el los estúpidos tigres y monos y en el asqueroso profesor...

*se va*