Descansando un poco

Llegué al campus del instituto después de haber ido de compras por el barrio comercial, con las orejas de gato todavía puestas y todavía sin darme cuenta. Por el camino vi que alguna gente se me quedaba mirando, y me sentí algo avergonzada... pero no caí en el motivo por el que me miraban. Supuse que sería porque era nueva en esta ciudad medianamente pequeña...

Estaba algo cansada porque había madrugado bastante pare terminar mi amv, y como había andado bastante por ahí y soy de cansancio fácil...

Así que me senté bajo la sombra de un árbol, dejando mis cosas apoyadas en él. Como no había nadie por aquí, me tumbé en la hierba, y contemplé el cielo un buen rato, el cual tenía un par de nubecillas blancas, y al rato me quedé dormida.

Mientras paseaba por el campus y la ligera brisa de siempre me acariciaba el rostro, encontré a una chica tirada en el campo... ¿Estaria muerta?

Probé a darle con un palito a ver si respondia.

-Hey... ¿Estás viva?- Le dije mientras le seguia dando con el palito.

Estaba durmiendo en la hierba plácidamente, cuando entonces noté que algo me tocaba.

Me levanté y estiré un brazo hacia arriba, mientras me tapaba la boca con la mano del otro brazo para bostezar. Después me froté los ojos.

Mientras esperaba a que mi vista dejase de ser borrosa, pude ver la figura de una persona con algo alargado en la mano.

La chica se despertó pero para mí sorpresa me fijé en que tenia unas orejas de gato puestas... sin duda era una habitante de ¡Gatolandia!

-¡GUAU!- Le ladré al ver que tenia orejas de gato, los de Gatolandia no se llevaban bien con los de Perrolandia xDD

Cuando mi vista se desnubló, pude ver como en ese mismo instante la persona que me había despertado me ladraba a todo volumen, y con el susto me encogí.

No se que me asustó más... si el grito que pegó a forma de ladrido, o si el simple hecho de que una persona me hubiese ladrado... Por si acaso miré a los alrededores desconcertada, a ver si había algún perro cerca... pero no, no había ningún perro.

Me quedé viéndole un buen rato con los ojos como platos, y pude observar que vestía ropas de un estilo similar a las de el antiguo Japón, y una espada de cartón. También tenía orejas de perro... (muy bonitas por cierto), eso lo explicaba todo (o casi todo). ¿Sería un cosplayer?

Estaba algo cortada, pero de todos modos le pregunté: "¿...e-estas haciendo cosplay"

-¿Cosplay? ¿Qué es eso?- Saqué mi espada le apunté con ella y le dije:

-¡Atrás bellaca, no intentes nada raro!- Tenia esas orejas de gato, asi que no podia fiarme de ella.

"...no debe saber lo que es cosplay. Que raro, me extraña que no lo sepa.", pensé.

"Hacer cosplay es... disfrazarse de un personaje de una serie, película, libro, videojuego... etcétera", le aclaré, pero a seguir me amenazó con su falsa espada.

Me quedé un rato mirándole extrañada, ya que no entendía a que venía eso...

"¿Me estará gastando una broma?", pensé mientras seguía observándolo.

-Eres de Gatolandia ¿Verdad?- Le dije aun apuntandole con la espada.

Ella parecia que yo le hablaba chino, tal vez habia perdido la memoria, asi que le pegué un golpe en la cabeza con mi espada para ver si recuperaba la memoria.

"Ploc" Sonó como si estuviese hueco xDDD

"¿...Qué? ¿Gato-¡AU!", dije mientras me golpeaba en la cabeza con su espada.

Me llevé las manos a la cabeza (ya que aunque fuese cartón duele si te pegan con él. Levemente, pero duele), y entonces noté algo en mi cabeza. Lo toqué, y pude reconocer la forma las orejas de gato.

"Ay... no me las quité... que vergüenza... ahora entiendo por que me miraba la gente... ay... ay... que vergüenza...", pensé mientras me sonrojaba, y me las quité.

¡AAhhhhh! ¡Se quitó las orejas derrepente!, pensé que era lo más espeluznante que habia visto en toda mi vida, pero me fijé mejor y eran de quita y pon... ¿Qué motivos tendria esta chica para hacerse pasa rpor una habitante de Gatolandia?

-Oh... lo siento creí que eras... bueno, es igual, disculpeme.- Le dije mientras le hacia un gesto de reverencia japones despues de guardar mi espada en la espalda.

...

"n-no pasa nada...", dije avergonzada y a la vez extrañada.

"¿De verdad se creía que era un gato? No lo entiendo... ...¿se cree él perro acaso? ...creo que este chico está un poco mal de la cabeza...", pensé.

Me da miedo la gente con esa clase de problemas mentales... asique le dije sin vacilar: "Bueeeeno... será mejor que me vaya"
. Cojí mis cosas y me fuí de allí, a paso rápido.

Hala... se esfumó sin siquiera decirme adios... ¿Tanto intimida mi espada? En fin, hoy habia sido un di a muy aburrido y no tenia nada más que hacer asi que me volvi para mi habitción.