Algo de deporte nocturno.

Mientras iba a lo que sería el edificio donde estaba mi cuarto, me encontré unas pistas de atletismo y sonreí. Entré y dejé la guitarra apoyada en la vaya para que no se cayera antes de acariciar el suelo con la mano. Me gustaba el tacto de esos sitios, y el deporte en sí.

Sin nada mejor que hacer, y sin la ropa adecuada para ello (Llevaba un pantalón corto vaquero, una camiseta floja de color verde claro y sandalias), me puse a corretear. Finalmente, desistí, me descalcé, dejando las sandalias junto a la guitarra, y seguí trotando.

Salí a dar una vuelta, estar mucho tiempo dentro era cansino. Vi a lo lejos, corriendo por las pistar a alguien. Pss por ver no perdía nada.

Al acercarme comprobé con agrado que se trataba de An y bajé de las gradas hasta quedar en la última. Me fijé en que corría sin aparente técnica de atleta y, al ver sus pies...¿iba descalza? Reí algo sorprendido y decidí bajar a la pista y ponerme a correr.

Cuando me puse más o menos a su altura la miré riéndome.

- Hola, An- Comenté alegre.

Corría descalza y a oscuras. Corría descalza, a oscuras y un hombre se me acercó y me habló.

Un hombre se me acercó, me habló, me asusté y me caí de bruces tras gritar de una forma ciertamente aguda.

-Skadelig! "Duele!"

Tras gritar, me semi incorporé y escruté la oscuridad con cierto temor.

- Ta... Ke... ¿Keiji-kun?

No estaba segura, pero...

¡Horror! Parecía todo tan divertido y entonces An se va de morros al suelo, y por mi culpa...Ouch...¿Por qué siempre asusto a todas mujeres?...U

Frené en seco en cuanto se calló e inqué la rodilla en el suelo por si necesitaba ayuda. Ese grito no había sonado nada bien.

- Sí, sí. Soy yo, Taka...Er..Keiji-kun- comenté algo nervioso por la situación- ¿Estás bien? ¿Te has hecho daño?

Tras levantarme por completo, quité importancia a la caída con un gesto y cona sonrisa.

- Estoy bien, estoy bien.

Señalé mis pies, indicando que iba descalza.

- Por eso...

Me había caído por eso. Estaba claro. ¡Por supuesto!

Entonces mi rostro se iluminó, aunque al ser noche cerrada no se notó mucho...

- ¡Keiji-kun!

Suspiré aliviado cuando se levantó y dijo que estaba bien. Genial, de esta no la mtaba. Miré sus pies en cuanto los señaló, eso seguía siendo un misterio.

- ¿Por qué vas descalza?- Pregunté riéndome. Luego fui interrumpido por su entusiasmo y me invadió algo entre vergüenza y alegría.

- Sí, sí yo- Reí.

¿Por qué? ¿Por qué?

- ¡Para correr!

Señalo entonces el rincón donde se encuentran mis sandalias, junto a la guitarra.

- ¿Por qué está Takashi-kun fuera tarde? ¿No con sueño?

La frase me sale vacialnte y dificultosamente, pero logro decirla entera. Practicar tiene sus ventajas...

Reí y me giré a donde señalaba. Sandalias y...una guitarra toda chulaaa *w*

- ¿Es tuya? ¡Es genial!- Comenté con entusiasmo. Pero primero debería responderle para no ser tan maleducado...

- Ah, perdona.- Reí ligeramente, aún me hacía gracia escucharla hablar- He dormirdo la siesta después de clase y no tenía sueño. Salí a tomar el aire, el instituto agobia- Fui gesticulando a la vez que hablaba por si soltaba alguna palabreja incomprensible.

Sonreí.

- ¡Instituto de Japón es divertido porque es de Japón!

Fui entonces junto a mi guitarra, la tomé y rasgué un momento las cuerdas.

- Mía, sí... -. Lo miré -. Hace poco canté para Keiji-kun con guitarra. Yo también tengo, para practicar y tocar.

FdR- Casi no tengo tiempo...

Reí ante sus palabras y luego miré cuando fue hacia su guitarra siguiéndola segundos después. ¿había tocado para mí?

- ¿Para...mí?- Hice memoria...Igual en la sala de música...Recordé el hilollo musical y lo tarareé.

- ¿Fuiste tú quién cantó eso?- Pregunté con interés por resulver una de mis dudas existenciales del momento.

- Para practicar wow...A mí me encantaría saber ;w;- Dije.

Asentí energética.

- ¡Yo canté eso! ¡Yo enseño a Keiji-kun! ¿Sí?

Lo miro sonriente, esperando a que me permita ayudarlo con la guitarra. Me gusta ese instrumento.

Abrí un poco más los ojos, algo sorprendido por su entusiasmo.

- ¡Qué genial! Pues tendrás que repetirlo algún día jejeje- Comenté incialmente. Luego me acerqué un poco más y me agarré a la barandilla muy contento.

- ¿En serio? ¡Eso sería genial! ¡Sí, sí claro!- Respondí enérgico. Luego me quedé mirando como toqueteaba algunas cuerdas. Me acabé sentando a su lado observando como tocaba un par de cosas.

La miré.

- Tú me enseñas con la guitarra y yo te ayudo con el japonés- Comenté entre risas. A ver qué demonios podía hacer yo sin saber papa de inglés...Pero bueno, lo intentaría.

Después de pasarnos un rato allí con la guitarra y algunas palabras sueltas, cumpliendo cada uno con el inicio de nuestros cometidos, decidimos que era lo suficientemente tarde como para volver dentro del instituto.

*se van*