Habitación de Anette Hansen

Llegué a mi cuarto y dejé las maletas que llevaba un buen rato arrastrando y ya me habían dado dolor de brazos. Miré emocionada a mi alrededor y, tras sonreir de oreja a oreja, elevé mi vista al techo.

-Strålende! "¡Genial!" - exclamé para quién quisiera oírme.

Asentí satisfecha, me encargué de sacar mis cosas de la maleta y de dejar la habitación como si llevara viviendo allí un mes -sin ordenar- y salí del lugar dispuesta a enfrentarme a cualquier cosa.

*Me fui*

Encontré el lugar que buscaba tras bastante más tiempo del que había tardado en salir. Una vez en mi cuarto, suspiré. Estaba mueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeerta, pero contenta. Había pasado una buena tarde/noche y ahora tocaba recargar pilas.

Me recosté sobre mi cama y sonreí.

- Sove "Dormir"...

Cerré los ojos. Estaba vestida, pero... ¡¿Qué importaba eso?!

- God nat...- susurré para mí antes de perderme entre sueños.

Al fin estaba en Japón...

*se duerme*

Salí de mi habitación y me dirigí a la primera puerta que encontré, o sea, la puerta de enfrente...

Llame dos veces a la puerta- Espero no despertar a nadie...- Y espere pacientemente.

Despues de unas 3 horas esperando decidi que la persona de la habitacion estaria durmiendo asi que me di la vuelta y volvi a mi habitacion.

Llevaba todo el día sin hacer nada; lo cual incluye tocar un rato la guitarra o desordenar más, si cabe, las cosas que estaban desperdigadas por la habitación.

No lograba habituarme al cambio de horario, por lo que, aunque era tarde, no tenía sueño. Me desperecé y decidí salir a dar una vuelta para despejarme un poco o para cansarme y dormir. O para, simplemente, conocer a más japos...

*se va*

Llegué a mi cuarto a la carrera. ¡Aquello no podía ser! ¡No podía ser! ¡Era todo un cuchitril! Miré a todos lados. Ropa encima de ropa encima de ropa encima de... ¿Eso era un sostén? Seguramente sí. ¡¿Desde cuándo era yo tan desordenada?! Me llevé las manos a la cabeza, desesperada, pero de pronto dodo se calmó.

- Ah... Siden alltid. "Desde siempre"

Solté una carcajada y me senté en la cama. Entonces no había por qué rallarse... ¿Para qué ordenar?

...

- Den note! "¡La nota!"

Comencé a recoger cosas y guardarlas en sitios. Ropa... ¡Al armario! Libros... ¡Al armario! Bolsas de patatas a medio comer... ¡Al armario! Aquel sitio, desde luego, era algo así como la cosa más útil que pudo haber sido inventada...

Hice la cama, que ya tardaba, y alisé la colcha hasta dejarla lisa. Despejé el escritorio para que pareciera que su uso no era amontonar folletos de Cafés Maiden o cualquier tipo de publicidad que me dieran por la calle... Que, por cierto, ahora mismo estaba en el armario junto con el resto de las cosas.

Mi peluche de oso hormiguero -edición limitada- pulcramente colocado sobre la cama... La guitarra acústica que me había traído... Perfectamente puesta en un rincón, sin estorbar ni hacer más desordenado el lugar.

Suspiré, tranquila, y me senté en la cama. Ahora sí podía ver el suelo de la habitación. En ese caso, no debería haber problema alguno...

Solo quedaba esperar...

Odiaba esperar, por lo que acabñe poniéndome a hacer cosas. Lo primero... Mmm... Tras un día de emociones, me solté el pelo y comencé a cepillarlo. Nada mejor que estar presentable. Luego... ¡Mirar Japón por la ventana! Más tarde... Leer palabras en el diccionario para ver si algún día llegaban a cuajar.

Finalmente me puse a rasgar las cuerdas de la guitarra sin mucho interés, tocando acordes al azar, con la vista clavada en la pared.

- Jeg trenger en poster... "Necesito un póster..." - murmuré para mí, al notarla vacía y triste.

Caminé por los pasillos en busca de la habitación de Annette.

- Hola An-san, eeer leí tu nota y...No, no. ¿Molesto? Es que la nota decía que...Agh no a ver...humm. ¡Buenas An! Al final he venido...Nah, demasiado egocéntrico...Ag...- Iba repasando en voz baja los posibles saludos que darle ya que no tenía muy claro que hacía en el lugar a aquellas horas. Pero bueno, si la nota no estaba mal entonces me había invitado...Me había invitado...wehei...

Caminé hasta llegar a la habitación y me quedé mirando la puerta como un pasmarote.

- Hola, An-san...¡Hola An!...Buenas noches Hans...blah...ujum...Buenas noches An-san...- Seguí repasando en bajito más formas de saludo. Al final tomé aire y toqué a la puerta. Esperé unos segundos y me di cuenta de que era mejor identificarse.

- ¿An-san? Soy Ta-...Keiji...- Bien vale, vale...¿y si la nota decía otra cosa? Mierda...A ver...Releí nuevamente la nota. No entendía muy bien pero, venía decir lo mismo...Ag...¿Y si era algo así como lo de "lluvia" y "dulces"? Aunque no encontraba parecidos...Igual en noruega era normal que los chicos fuesen a menudo a la habitación de las chicas...Sí, eso debía ser...Por un momento imaginé un país lleno de chicos y chicas rubios y guapísimos todos juntos divirtiéndose en una habitación...Grandes noruegos...

- Siento haberte invitado de improviso... Gracias por venir... Siento haberte invitado de improviso... Gracias por venir...

Había logrado aprenderme esa frase que me haría quedar tan bien y la recitaba una y otra vez mientras daba vueltas en círculos. Sin embargo, tan pronto como él llegó y abrí la puerta...

- Siento... ... ... ¡Gracias por venir!

Lo arreglé - o intenté hacerlo - todo con una reverencia mientras me hacía a un lado dejando al descubierto lo que tanto me había costado ordenar.

Perfecto... Reluciente...

Me sorprendió cuando abrió la puerta y me dio las gracias por venir. Al final la nota estaba en lo correcto...vaaaya....Aunque...Bueno...Aún era todo un misterio...

- Oh, nada...Con permiso- Comenté mientras entraba en el cuarto. Miré a mí alrededor, estaba impecable...Sería que allí en noruega eran muy ordenados. Madre mía, como viese el cuarto que tenía en casa...Y este porque el lobo que sino otro tanto...mierda ...U

Después del recorrido visual me paré en la habitación y la miré.

- Eerr...Bueno...Tu nota..Hum...- La saqué del bolsillo y se la enseñé. Había entendido escaso inglés...Aunque el dibujo de esa carita con una sonrisa pícara y el "Te espero" en japonés...Hum...Yo aun no daba mucho crédito al asunto...

Me quedé plantada frente a él un seundo y luego sonreí.

- Un momento.

Fui hasta la mesa y rebusqué en un cajón, esperando que no notara el desorden que había dentro del mismo. Entonces, tras una arda búsqueda, di con él. ¡Mi diccionario electrónico! Regresé junto al chico y comencé a teclear en el aparato para luego concentrarme y leer.

- Venir aquí es... ... ... ¿Incómodo?

Le enseñé la pantalla, por si había leído o pronunciado algo incorrecto.

La observé rebuscar algo para luego ver como sacaba un chisme tipo game boy donde tecleaba para luego hablarme.

- Oh, no no. Claro...- Me rasqué la nuca. No es que me molestase venir, pero a ver...Es que...¿cómo le explicaba yo...? Bueno, no era muy normal...¿o sí? Alomejor era yo que me tomaba las cosas muy a pecho.

- Venir aquí es...humm...¿atrevido?- Acabé comentando con calma para tratar de que me siguiera.- Los chicos no suelen entrar a las habitaciones de las chicas a no ser que...- Paré de hablar un momnto mientras daba unos pasos y comprobé su cara de curiosisdad. Conseguí ponerme algo rojo...pero por el momento pasaba por "acaloramiento ambiental" Di un par de pasos más y cojí un lapicero que tenía por allí ya que me daba vergüenza continuar mientras la mirabba.

- Bueno, ya sabes...- La miré. No, no parecía saber...Tragué saliba y le di la espalda.- N- Novios...- ¡Ag! ¿y ahora quéee?? ¿y si entendía mal y pensaba que me estaba declarando o algo?? o peor...¿y si pensaba que le hablaba de que estaba comprometido?? ¡Mierda mierda mierda Takashi! Volví a girarme rápidamente moviendo las manos en gesto de total negación.

- ¡Es decir! ¡Yo no!... ¡y tú tampoco! Es...Los chicos y las chicas se van a las habitaciones juntos cuando son pareja, pero vamos que yo respeto tus contumbres que no tienen por qué ser nada malo ni sdignificar nada, pero es que a ver, bueno yo...- Empecé a hablar de carrerilla por puro nerviosismo hasta que me di cuenta y paré tomando aire. Ag..ahora parecía un completo idiota...- Lo siento...

Lo vi nervioso y traté de prestar atención a sus palabras. Una palbra me llamó la atención: pareja, o novios. Enonces una abanico de posibilidades se abrió en mi mente.

a) Hacía alguna clase de proposición indecente. Cotejar.

b) Me explicaba lo que le había preguntado, pero mi vocabulario no me permitía entenderlo y entonces me confundía sola.

c) Me estaba rechazando sentimentalmente... (?). Cotejar también.

- Novios... -repetí en voz baja. Entonces sonreí y entendí. O creí entender...-. Setsuna-san!

La vi sonreir mientras repetía la palabra, pero lo que consiguió hacerme saltar fue que mencionase a Setsuna.

- ¡NO! ¡No! Eso no.- Dije casi pegando un brinco. Luego comencé a gesticular más y más lentamente.- Setsuna...Yo...NOO novios...ú,u- Aaaiins...Si ya sabía yo que iba a entender algo extraño. Mierda. Al ver que no había resultado demasiado pensé en no seguir intentando explicarle lo de las habitaciones.

Lo miré ciertamente extrañada. ¡Qué énfasis!

- ¿No sois novios? Comprendo... Me confundí, entonces.

Sonreí. Y el hecho de no haber sonado a analfabeta, al menos durante un momento, me hizo sonreír más.

Miré a mi alrededor. Técnicamente le iba a dar a probar un dulce de mi país para corresponder al suyo, pero... Pronto comprendí que estaba en el armario con el resto de las cosas inútiles. Tendría que inventar una forma de sacarlo sin dejare en evidencia.

Entonces lo vi. A tres metros en diagonal, sobre el escritorio... Creía que lo había quitado de allí, pero... Ahora me miraba desde su modesto tamaño y con aros...

- Shit... De av... "Mierda... El sujetador..."

Ahora la maniobra requería más cuidado. Y... Lo había mirado directamente. ¡Mierda! Recé porque Keiji no se hubiera percatado mientras trazaba un plan. Acababa de conocerlo y no creo que el tamaño de mi pecho fuera algo positivo para nuestra amistad. Es más... ¡Probablemente contaría a todos lo pequeño que era para que no se relacionaran conmigo! Yo, de estar en su lugar, tal vez lo hubiera hecho...

Suspiré de alivio al escuchar que comprendía y pensé que ya podía soltar el lapicero que había cojido para intentar -inútilmente- tranquilizarme. En cuanto dejé el objeto en su lugar y pensaba en que ya podía disfrutar de mi recién devuelta tranquilidad vi que en el lugar había una prenda...Me quedé quieto, en off, manteniendo un gesto inexpresivo mientras miraba "La prenda" sin parecer capaz de asimilarla. Así estuve unos diez segundos hasta que mis neuronas parecieron volver de su descanso para comer y pusieron un gigantesco cartel en el centro de mi cerebro.

"Sujetador"

...Mis ojos empezaron a abrirse exagerada pero lentamente mientras seguía contemplando "La prenda", pero intenté mantener la compostura. Yo no debía haber visto eso así que no lo había hecho. Me dirigí lentomante (y muy ríjido también. Casi como un robot) hacia la ventana y traté de desviar mi atención.

- Aah buenoo...No te preocupes...- Sí, retomaría la conversación para olvidar lo ocurrido y nadie sufriría daños.- Ha sido un error sujetador...¡Digo!- Me giré de golpe y la miré directamente, poniéndome más rojo y llevándome una mano a la boca para tapármela. Instintivamente miré nuevamente el sujetados, solamente moviendo los ojos en dirección al lugar y luego los volví a clavar en An.

FdR: Sasai= Insignificante / Sasae= Sujetador

Lo había visto. Traté de mantener la compostura lo máximo posible mientras soportaba su mirada. Mientras me mirase a mí no miraría aquello que más que sujetador parecía mantel. Si hubiera dominado el idioma... "No es lo que parece. Parece un sujetador, pero no sujeta, así que no lo es..." Pero la frontera del idioma, una vez más, era un impedimento.

Me acerqué al lugar, tratando de parecer segura, y tomé al fugitivo con mano insegura. Tragué saliva, miré de nuevo al chico, y caminé hacia el armario.

El plan era meter la prenda dentro y olvidarse, pero una avalancha de ropa, trastos y panfletos publicitarios salió para demostrar que aquel no era el único sostén con el que contaba. Me estremecí y traté de meterlo todo a presión de nuevo en su sitio, pero parecía haber aumentado de volumen y se desplomaba una y otra vez.

Mascullé unas palabras en noruego, me volví avergonzada hacia el japonés, hice una reverencia y murmuré...

- Bienvenido a mi cuarto...

Desde luego... Era inútil tratar de ordenar el caos...

La miré totalmente inmóvil mientras trataba de sacar de la vista aquel rastro de impureza en su cuarto. Aquella mota en el cristal, aque pequeña manchita en el papel auqell-...¡¡¡AQUELLA PEQUEÑA PORCIÓN DE DESASTRE!!!

Esta vez abría bastante los ojos, pero por la enorme sorpresa a ver venirse abajo todo aquello. Entonces no era...Solamente estaba...jeje...

- ja...jaja...JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAA- Empecé a partirme de risa mientras ella se frustraba intentando guardar todo aquello. Me sujeté la barriga porque me dolía de lo que me estaba riendo e incluso alguna lagrimita se me asomaba de las carcajdas. Una vez se dio por resignada y presentó de nuevo su habitación, traté de parar de reí. Al fin y al cabo no era la chica super pulcra que había parecido, y eso era bastante bueno.

- Aaih...aaaii...¿Sabes? Realmente me encanta.- Comenté acabando de reír, pero manteniendo la sonrisa. Después de eso la tensión había bajado en gran cantidad.

Su risa me hizo volverme hacia él, sorprendida. ¿Carcajadas? Me quedé con los ojos abiertos de par en par unos momentos hasta que comprendí que no se burlaba. Entonces sus palabras...

"Me gustas!" **1

Senti que mis mejillas, de por sí pálidas, cogían algo de rubor. Analicé de nuevo la oración. ¡¡Malditas ambigüedades lingüísticas!! Finalmente, hice de tripas corazón y...

-¿Qué te encanta...? ¿Yo?

Tal vez se refiriese al sujetador... Y no a mí... O tal vez a todo aquel desorden, pero... Era tan improbable...

Me había lucido... Aquello tenía toda la pinta de ser un error mío de comprensión.

**1(Él ha dicho "Me encanta", pero ella confunde el sujeto consigo misma porque está omitido, malinterpretando la frase.)

En cuanto la vi ruborizarse mi gesto no perdió la risa, pero sí que la miré algo extrañado. Quizá le daba vergüenza que me riese de su desorden.

- ¿Qué te encanta...? ¿Yo?- Me quedé helado cuando preguntó aquello y entonces fui yo el ruborizado. A ver ...a ver...Cierto, había diho que me encantaba...sin más, entonces ella había entendido...ai madre...¿Y ahora qué le decía yo? ¿¿Qué le decía yoooo?? Proque a ver...No me refería a ella pero...es que tampoco podía negar que..A ver a ver..Respiremos.

Me quedé con cara de sorpresa y ruborizado unos segundos más hasta que acabé hablando con gesto avergonzado. Venga, ¡era un homre valiente!

- No, bueno...Sí...Pero..A ver...Yo hablaba de tu habitación...aunque tú eres muy guapata también An...- No era capaz de mirarla directamente aunque sí hechaba ojeadas de vez en cuando.- Y claro, tu sujetador ambién es muy bonito, ¡aunque no creas que soy ningún pervertido! Es ...bueno, en conjunto..Eerr...- Bien bien bien...Me daba la sensación de que aquello empeoraba. Decidí callarme y tomar aire. Hice una amplia reverencia agachando completamente la cabeza y me disculpé.

- Lo siento mucho- Aghh era una situación demasiado compleja...¿Y si era mioportunidad? Pero tampoco estaba sefuro de que ella...Es deicr, era mona y muy agradable pero vamos...Aunque ahora seguramente quisiera alejarse de mí...Sí, sabiendo aquello no querría que fuésemos amigos...Además, con la cara que había puesto, seguro que yo le parecía lo último que escojer...

Pronto vi el problema en el que lo había metido mi error lingüístico. A toda mujer le gustaba oír que era guapa, tal vez por eso saqué pecho al oírlo, aunque noté como mi rubor se incrementaba (Piropooo) Y... Bueno... Tampoco era cuestión de hacerle pasar un mal rato. Esperé a que terminara de habalar y luego, ligeramente nerviosa, sonreí.

- No te preocupes... Mi culpa...

Miré a un lado, buscando algo que decir, y mi mirada tropezó con la vergonzosa montaña de cosas inútiles. Encendí de nuevo el diccionario electrónico y busqué un par de palabras.

- ¿Cómo te gusta si... ... es no ordenada...?

Le sonreí intentando hacer que se calmase al mostrar yo una actitud algo relajada. Tal vez lograra contagarle esa "despreocupación".

- Da miedo...

Sonreí algo avergonzado cuando concluyó con el tema, aunque me alegró que se acabase sonrojando a pesar de la estúpida situación. Al final suspiré y me quedé esperando a ver qué decía.

Habló de su desorden, pero para mí aquello era genial porque yo también mantenía aquella "religión" del despreocupado.

- No da miedo- Comenté gracioso.- Yo también soy un desastre, por eso me gusta esto- Esta vez hice incapié en la habitación como sujeto, incluyendo gestos que señalasen el conjunto, para que la confusión no volviese a producirse.- Es simple

Asentí y busqué la palabra que no había entendido - que, por supuesto, era la indispensable- "desastre" en mi diccionario electrónico. Entonces asentí y comprendí.

Y entonces reí. Una sola carcajada, suave y relajada. Estaba bien no tener que mantener un orden estricto, pero... No pensaba volver a meter todo a presión de auquella manera...

Al menos no había quedado muy en evidencia...

- Gracias, Takashi Keiji-kun -. Acompañé la frase de una reverencia.

Me alegró mucho escucharla reírse de aquello qu teníamos en común y volví a emocionarme al escucharla decir mi nombre, ahora completo. Entonces lo recordaba perfectamente...y no me había tratado de -san...

Pero ya no quería volver a situaciones incómodas, aquello era agradable. Sonreí ampliamente mostrando mis dientes mientras me rascaba la nuca (sí, tipo Nauto XD) Luego me di cuenta de que al final aún no habíamos hablado de por qué me había invitado.

- Ah, An. Al final ¿por qué me habías invitado?- Pregunté cambiando el gesto a incognita. Como siempre -o casi siempre- no utilicé ningún sufijo para su nombre. Además con An todos me sonaban o fuera de lugar o bastante mal.